Nueve años tenía Arnold cuando fue introducido al mundo del trabajo en las calles. Durante mucho tiempo creyó que su vida hubiera sido mejor si aquel hombre que lo adoptó, el doctor Andrew Simmons, no hubiera aparecido ese día en el orfanato. Hasta que ella se cruzó en su camino. Sally. Es el nombre que ronda por su cabeza a partir del día en que conoce a una niña de su edad, quién además sufre los mismos problemas familiares, pero que no lamenta la vida que le tocó. La mente de Arnold se ve totalmente alterada por esa niña, que le enseña a mirar a las personas, más allá de la edad y las apariencias. «Todos tenemos el mismo dolor por dentro. Pero a veces es difícil verlo.» Llegado el momento, Arnold tendrá que decidir si seguirá el camino que se ha abierto ante él o continuar por aquel que el destino le ha asignado desde el día en que un peculiar doctor decidió adoptarlo.