La primera palabra con la que ella nació, Su primer anhelo, su deseo más profundo, la esperanza con la que se levantaba cada día; la libertad. Deseo de poder explorar el cielo con sus propias alas, y tocar con sus manos ese hermoso color azul que parecía flotar sobre su cabeza. Ella quería probar el dulce sabor de lo prohibido, no tener ese cargo sobre sus hombros, ser libre como lo eran sus más profundos enemigos; los demonios, oh mi dulce princesa de las buenas acciones, ¿quiéres ser libre?, ¿deseas ya no ser la próxima dueña de éste mundo?, ¿en verdad ese es tu anhelo?, ¿dejarías todo por tú amor hacia el príncipe de las tinieblas?, todo tiene un precio querida mía. Después de todo, ¿quién dijo que quería ser la princesa que próximamente dominaría el mundo?, y sobretodo, ser una de las razas con más limitaciones en el cosmos, ser un ángel.