El olor de aquel lugar era deplorable, con la sensación de que en cualquier momento algo trágico iba a ocurrir, los doctores dicen que no hay nada que hacer, aquel accidente dejo dos muertos y a una pequeña en coma, con escasos signos de vivir, «lo sentimos no podemos hacer nada por ella» aquellas palabras retumbaron en la cabeza de aquel científico, perdió a su mujer y ahora perderá a su pequeña, esa idea estaba totalmente descartada de su cabeza, «yo me encargare de ella» así lo hizo, tal vez no sera nunca como lo era antes, tal vez ya no era una niña humana al 100%, pero su corazón latía, un corazón que ya no recuerda el dolor que sufrió... pero si se siente solo... muy solo.