Las líneas tangentes son aquellas cuyos caminos solo pueden rozarse una vez, para no volver a estar juntas de nuevo. Y tal como éste problema de desamor matemático, nuestros protagonistas solo tienen una oportunidad para juntarse. Es una historia de amor, pero no es con exactitud de aquellas que finalizan con un "Fueron felices por siempre". La felicidad está limitada, y algunas veces, el límite se nos escapa de las manos.