Mi querida Liz: Es tanto lo que quisiera decirte, pero el tiempo del que dispongo es muy escaso. Me gustaría poder contarte todo con lujo de detalles, pero temo no poder terminar de escribir esta carta. Cuando alguien diga que yo no te amo, ¡no les creas! Son puras patrañas. Si de algo estoy seguro en esta vida es del profundo amor que siento por ti. Tantas cosas sucedieron desde que te fuiste al recital, trataré de resumir todo en unas pocas líneas. El niño que viste en la foto conmigo, dicen es mi hijo, aunque no estoy seguro aún de ello. La rubia de la siguiente foto, no es más ni menos que Jazmín. La prostituta que destruyó mi vida. Ella y su primo Erik vinieron a Argentina para hacer una prueba de ADN, pero todo se tornó violento últimamente. Temo por tu vida más que por la mía. No sé que irán a hacerme, pero tendrán que pasar por mi cadáver antes de ponerte un dedo encima. Confía en mí cuando digo que te amo, y no haría nada para lastimar tu corazón. Espero poder explicar todo en algún momento. Ya que escribiendo estás pocas palabras parecerá extraño lo que digo. El tiempo se agota mi princesa, pronto tendrás noticias mías. Sabes que iría hasta el fin del mundo, sólo por ti. Por el momento esto es lo que puedo decirte. No sufras por mi, nena. Yo estaré bien. Mientras tu estés a salvo yo me sentiré completo. Mi corazón te pertenece, Liz. Hoy y siempre. Te amo. Alex.