PAPÁ

Aunque no queramos, la religión no la meterán por los ojos. A mi eso no me importa, no me interesa saber si en lo que creo es verdad, o es mentira. Sólo me dejo llevar por lo que mi conciencia me cuenta, y aquí está. Una parte de mí que me cuenta secretos cuándo cierro los ojos y pongo mi mente en blanco, no sé si sea Dios, no sé si sea locura. No me interesa, sólo me desahogo. Aquí narraré mis experiencias con ojos cerrados, con ojos abiertos, pero sobre todo, narraré lo que ocurre en mi vida cuándo se me da la gana de abrir mi alma y ser sensible. A éste tipo de charlas acudo cuándo me siento perdida y asustada, pero nadie lo sabe, ni siquiera yo he terminado de conocerme. El caso es: No escribo para que me lean, escribo para leerme a mí misma. Escribo ésto, porque lo leeré en unos años, recogiendo cada pequeña pieza que encuentre en estas letras, PARA CONSTRUIRME y recordarme. Esta niña que soy ahora, contará su intimidad a la adulta que seré mañana. ¿Algún problema con mi egoísmo?