El puño nunca llega a su destino, ya que el otro lo agarra del cuello y lo estampa contra la pared. El delgado empieza a patalear y retorcerse e intenta abrir la mano que rodea su garganta. Por mucho que lo intenta, su fuerza no es suficiente contra la del otro y, asustado y escondido ahora tras el coche, veo cómo la vida abandona su cuerpo lentamente. (Booktrailer en https://youtu.be/KzenyBp9atc)