BEELZEBUB

Mártir de sus propios ideales, ¡oh, pobre ser que ha sido castigado por la misma virtud que aquel imperecedero le ha otorgado!, divinidad perdida por sus míseros pensamientos, implantados por aquel mismo omnipotente que le ha engañado y orillado a precipitarse hacia los abismos.

En aquella guerra celestial, el portador de esta luz irradiante, enfrentó con valor su infortunio, predestinado a perder en este juego ya planeado por la ley omnisciente de aquel que Dios, hemos llamado.

¡Oh, lucero de la mañana! ¡Oh, luz incandescente! Portador de la sabiduría y luz divina, tú, el elegido para ser aborrecido, odiado y temido, tú, el encargado de poner a prueba la voluntad humana, sin ti, los cielos aún seguirían siendo un misterio, bendita la maldición que cargas sobre tus hombros, pues eres un mal necesario. Tú tentarás a la humanidad, y aquellos que no caigan y aprendan, serán dignos de la eternidad.

(un día cuando beelzebub tenía 10 años en un momento de flaqueza conoce aún extraño hombre y desde ese momento el lo decide, el se convertirá en el "capitán del primer escuadrón de caballeros reales" del reino de deamones, pero lo que beel no sabe es que no solo debera enfrentar su futuro, también deberá enfrentar su pasado como hijo de...)