Subí con fuerzas las escaleras, si no era yo, no sería nadie. De mi dependía aquel ángel, cada paso era cada vez mas agotador, abrí la puerta, que llevaba a la azotea del pequeño edificio grisáceo, y la vi, estaba ahí, mirando sus pies al borde de un pequeño pero mortal acantilado, aquella joven, cabello rubio opacado gris, con un Crop Top color Limón y Jeans Violetas, sin zapatos, y un sombrero muy veraniego, el viento movía su cabello corto.
Cansado y con doble aire le grite- ¡¿Cómo te llamas?!-Mi desesperación aumentaba, con el vértigo, al ver que giraba su cabeza.
Tomo un suspiro la joven-Ayodele Tichner.