Se dice que el amor nos hace mal, nos perjudica y nos dañamos a nosotros mismos por su culpa. Que lo necesitamos para vivir, hasta que alguien rompe nuestro corazón y no queremos saber más nada de él. Tratamos de evitarlo y pretender que no lo necesitamos, que no existe, ignorándolo. ¿El problema? Es imposible evitar algo que siempre está presente.
Piensan que el amor en sí es el que nos daña. Pero no es así. Nos daña la obsesión, los celos, la desconfianza, el rencor, pero sobre todo el amor no correspondido.
Porque ese es el mayor problema del amor. No es una decisión, es un sentimiento totalmente ajeno a la razón. No podemos elegir enamorarnos de quien nos hace bien ni podemos hacer que quien amamos se enamore de nosotros.