"Si pudiera en otra vida volver a empezar, diría "te amo" aunque fuera una sola vez, no te dejaría marchar, seriamos sólo tú y yo.
"Si pudiera en otra vida volver a empezar, no tendría que decir... que fui yo quien te perdió"
[...]
El tiempo transcurre lenta o rápidamente, depende de lo que eres y de la forma en que vivas, Kaname mejor que nadie lo sabe.
En estos mil años que estuvo en su ataúd de hielo, todos siguieron adelante, incluso el amor de su vida. Pero para él que ha vuelto a despertar, ¿significa simplemente volver a empezar?
Sumido en la oscuridad, en medio de una noche que parece no tener final; el rey lo ha perdido todo; el tiempo se lo ha llevado. Lo más preciado para él siempre le ha sido arrebatado y los recuerdos se han desvanecido entre sus dedos como agua.
La luz parece haberlo abandonado. Atado a este mundo inevitablemente; aferrado a esta vida por una única promesa, una promesa hecha a aquel ángel que perdió hace unos años. No fallarle a ella como lo hizo con el amor de su vida.
Sin embargo aún tiene mucho que enfrentar, pues ha descubierto que ahora tiene una nueva oportunidad. La promesa de un reencuentro o quizá un encuentro planeado por el destino mismo. Lo cierto es, que en el amor nunca nada está escrito.