Me llamo Alessandro De Luca, tengo 17 años de edad voy en el instituto más conocido de la ciudad, gracias a mi ¨querido¨ padre, vivía en Florencia desde que tengo memoria. No encontraba nada que hacer aparte de robar, torturar, traficar, beber, fumar y acostarme con cualquier mujer que quisiera, ese era mi estilo de vida, estaba cansado de las putas y las falsas amantes que juran amarte y lo que en realidad quieren de ti es tu físico y tu dinero. Desde hace años no he sentido lo que es amor y si lo sentí no recuerdo como era aquello. Pero cuando menos me lo esperaba la conocí a ella, en el patio de la casa de la mamá de una amiga de mi madre, ahí se encontraba aquella preciosa mujer, estaba cantando una hermosa y dulce canción, el viento pegaba en su corta cabellera color castaño con reflejos dorados, lo tenía rizado en las puntas de este, llevaba puesto un vestido color perla, no llegue a ver su cara hasta que voltio a verme sorprendida por saber que alguien la estaba escuchando cantar... Ahí se encontraban esas extrañas mariposas en el estomago, nervioso y con un nudo en la garganta, aquella chica era hermosa, perfecta... Perfecta para mí.