Cúmplase la justísima, altísima y amabilísima voluntad de Dios, y eternamente sea alabada y exaltada en todas las cosas.!!!! La Jaculatoria era obligación en la sala cada mañana y cada dos horas, su vida dedicada a claustro era lo que había decidido desde pequeña, pero a ser cierto, nunca imaginó lo que viviría al interior de esa vida, tan joven y pasado por tantas cosas. Cuando vió al hombre, ya no era su superior, sino más bien alguien que le seducía cada vez que la acariciaba, veía a quien le intimidaba dulcemente y agriamente una mezcla de sentimientos y pensamientos que la llevaban a los pensamientos mas impuros para ella - Por Dios perdóname, te lo ruego, ¡!!! No es lo que deseo pensar!!!!! - Pero su mente divagaba en un mar de pensamientos, lo veía caminar hacia ella con las malas intenciones y se mordía los labios, coquetamenteAll Rights Reserved
1 part