Habíamos conocido a Chris, esa muchacha rebelde y desvalida, solitaria, pero con unos inmensos deseos de encontrar a alguien, que la comprenda y la proteja, en Ncida Inocente
-uno de los grandes best-sellers de los últimos años-. Seguimos su dramático deambularhumano en Chris y en aquel, tan frío como inhumano ambiente, del que la sociedad condena a todos aquellos, a los que no puede o no quiere aceptar. Ahora lavolvemos a encontrar, en esta tercera parte de su vida, más sola y más hundida que nunca.En estas páginas terribles, tan reales y amargas, como lo es a menudo la vida, Chris decidehuir del reformatorio, donde la tienen internada. Quiere vivir, sentir, enamorarse y disfrutar delas cosas, como cualquier muchacha de su edad. ¡Ella, también tiene derecho a la vida!Después de una fuga, tan espectacular como peligrosa, Chris, que había puesto en esa huidatodas sus ilusiones, comprenderá que la vida en libertad está también llena de problemas, deangustias y de decepciones.Sin embargo, su pasión y su ansiedad por "vivir su vida", la que ella quiera, no la que otros lemarquen, acabará venciendo todos los obstáculos, que desde la ley y, también desde fuera dela ley, intentan detenerla.Pese a todas las miserias y a todos los riesgos que tendrá que afrontar, Chris recordarásiempre las palabras que una de sus compañeras de huida le dijo, segundos antes de morir: Escapa, Chris!
Andy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edward, el chico más grosero, antipático y con fama de ser homofóbico. El escenario no podría ser peor.
Sin embargo, con cada tutoría, descubre que Edward es todo lo contrario: es amable, divertido y está secretamente enamorado de otro chico de la escuela.
Andy, al descubrir que Edward no es lo que todos piensan, decide ayudarlo con consejos de conquista a cambio de las tutorías, no obstante, a medida que pasa el tiempo, la relación entre ambos se fortalece. Mientras Edward sigue los consejos de Andy y parece que está conquistando al chico que le gusta según sus propias palabras, Andy comienza a cuestionar sus propios sentimientos.
¿Podrán conseguir la conquista perfecta o descubrirán que el amor verdadero está más cerca de lo que imaginaban?