Hace más de un año que había escapado de sus redes, de sus besos, de su forma de seducirme, de la forma en la que me miraba cuando me follaba. Había escapado totalmente de ése hombre a quién le había entregado noches enteras llenas de pasión, de lujuria, de pudo, de sexo. Aquella noche en la que él simplemente me dejó ir de su lado, no supe más de él, no hasta hoy. Hoy precisamente tenía que coincidir con él, de los miles de restaurantes, demasiadas horas al día, él tenía que llevar a su nueva conquista a el mismo lugar en el que yo me encontraba. Jodido Kwan Adams, y su jodido cuerpo caliente, su mirada seductora, su cuerpo tonificado, sus palabras calientes y ¿Ya dije su jodido cuerpo caliente?