Las cosas cambian, y las personas tambien. Ya no soy la misma que era hace seis años, me tocaron vivir muchas cosas que no merecia y a pesar de todo sigo de pié, luchando. Esta es la segunda parte de Admite que te gusto preciosa. No necesitas leerla para entender esta, pero me gustaria que la leyeras, para que entiendas mucho mejor.