Prologo: Londres 2012, a eso me dirigía. Las Olimpiadas estaban cada ves más cerca y eso solo me ponía más nerviosa. Había entrenado para esto toda mi vida, y estaba lista para cumplir mi sueño. A los 20 años, mi entrenadora, mi familia y mis amigos consideraban que tenía todo el potencial para ganar una medalla de oro, solo había un problema. Yo no creía eso. Bueno, era ese problema y esa gran distracción que iba conmigo. Kendall Schmidt, el ídolo del país. A sus 21 años, estaba en lo mejor de su carrera como nadador. Todos los ojos de América estaban sobre el y también las mujeres, incluida yo, aunque no lo aparentaba, por favor! Como si tuviera oportunidad con ese hombre engreído con un físico increíble, o era así?.