¿Todo Era Falso? Igual de Falsos

-Sube al auto- tiré de su brazo, hacia adentro del carro, y apunte el "arma" en su cabeza -No grites, te conviene que nadie se enteré que estoy aquí-.

-Q-q-q qui... qui- quién eres- la chica temblaba de pies a cabeza. Se veía guapa, de ese tipo de guapas que...

-¡Oh! Mil disculpas, dónde he dejado mis modales- lleve una mano a mi frente, fingiendo preocupación y negando con la cabeza, amaba el sarcasmo, rode los ojos, aunque sabía que ella no podía verme en tal oscuridad, había cortado los cables de la energía eléctrica para poder dar rienda suelta a mis planes -Llámame J, soy asesino de profesión y femicida por religión- sonreí socarrón recordando esa frase que yacia en los titulares de todos los diarios de la ciudad.

-¿Vas a matarme?- su voz sonó firme o ¿irónica? en ese instante, supuse que era sólo el instinto de supervivencia.