Solemos interpretar todo a nuestra propia conveniencia, las palabras, las oraciones, incluso algo que alguien dijo hace años. Distorsionando las palabras mas puras en oscuras, haciendo dudar al oyente de sus propias palabras y pensamientos.
El sufrimiento no es un juego o algo que se deba tomar a la ligera, solo alguien que ha sido lastimados puede entender a otro que también lo ha sido.
No hay peor arma que las palabras, las letras en un papel se pueden borrar con el tiempo mas las palabras no, estas permanecen en la mente, los susurro, las voces todo dentro de la mente.
Todo lo real es falso, lo falso tiene algo de real. Las verdades son mentiras, las mentiras tiene algo de verdad, las ilusiones son tan dolorosas como la realidad.
El perdón no siempre es fácil de dar, el amor se va, la amistad se pierde, los recuerdos desaparecen, las sonrisas son muecas, las personas son falsas.
¿Blanco o negro?
¿Realidad o sueño?
¿Verdad o mentira?
¿Resignacion u aceptación?
¿Muerte o vida?
¿Qué pasaría si una preadolescente entrara al juego del calamar? Todos los jugadores tienen deudas, problemas, algo que los llevó ahí... pero ella no.
Nadie le dio la tarjeta, nadie pensó en reclutarla. Sin embargo, no podían sacarla.
Era demasiado tarde; ya era parte de los juegos.