
««« Siempre habrá un momento en nuestras vidas, un instante, por corto y aparentemente insignificante que sea. A ese momento, Danae lo llamaba S.O.S., y era así porque esos momentos eran los que nos marcan para ser como somos. Son los momentos que nos hacen sentir la adrenalina a flor de piel y en los que sólo queremos pegar gritos (ya fueran de alegría o de miedo). »»» La abuela de Danae cayó hacía cinco meses en un profundo coma tras un accidente de coche. Al parecer no hubo más heridos, pero eso se desmiente al descubrir que un chico de su colegio estuvo en ese mismo accidente de tráfico, el que le hizo perder la pierna derecha. Axel solía atar dos palos de madera, encajarlos con su ropa interior y forrarlos de algodón, así, con el pantalón por encima, tenías que fijarte mucho para ver que le faltaba una pierna. Así se ahorraba una larga explicación la cual no tenía ganas de dar, y así poder estar tranquilo en clase hasta que pudieran colocarle una pierna ortopédica. Cuando Danae se entera de esto por error, promete no decir nada a nadie, sin embargo, esa fue su única acción de simpatía, por lo demás, todo se resumía en mirar con desprecio, ignorar y salir corriendo al ver a Axel. Él no entiende nada, y no se va a rendir hasta descubrir qué demonios le pasa.All Rights Reserved
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