-Me mataste...- susurraba aquella figura desde el otro lado de la habitación. -Yo no quería que murieras...- notaba las lagrimas recorrer mis mejillas. -Pero no lo evitaste...- me contradijo mientras se iba acercando poco a poco. -¿¡Y qué podía hacer!? - grité exaperado al notar el avance del espectro -Eso deberías responderlo tú...- antes de que pudiera darme cuenta la figura había avanzado hasta escasos centímetros de mí -Mamá.. - demasiado tarde, ella ya no estaba en la sala