Sinopsis:
Haber aceptado entregarle las tareas pendientes a Ben, fue sin duda la peor de mis decisiones. ¿Cómo iba a saber yo, que el esta loco? Ayer fui personalmente a ocuparme de que sepa que esta a punto ser expulsado si no asiste a clases. Y el me ataca como si fuese una... ¿Cómo me llamo? Ah si, una espía. Apenas me vio salir de su casa, ¡se arrojo sobre mí! ¡Casi muero del susto! ¿Cómo es que no le enseñaron a tratar con las personas? Y para mejorar las cosas, luego huso la palabra "amiga" en dos oraciones, más de 5 veces. Solo porque "Trate" de tranquilizarlo, diciéndole: "Ya cálmate amigo". Y ahora cree que es mi amigo. Lo peor de todo es que ahora asiste a clases, solo para perseguirme donde quiera que vaya. Por lo general, siempre suelo estar sola. Por lo que su presencia me inquieta un poco, a demás somos muy diferentes. El es espontáneo y todo lo sigue al pie de la letra. Yo, bueno soy todo lo contrario, mi espontaneidad se basa en cosas diminutas y ocurrentes. Para que se den una idea, su "espontaneidad" llega a compararse con irrumpir en mi casa a escondidas, cada mañana. Todos los días. Y no de la forma más común. Sino más bien, dentro de mi armario.
Si lo se, es ridículo, pero es la verdad. He intentado todo, desde pegar con cinta adhesiva mi ventana, hasta encender la chimenea. Nada lo detiene, todos los días esta ahí, como si se ocultara de algo, o de alguien. Es la primera vez que me pasa, lo siento como un intruso en casa.
Andy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edward, el chico más grosero, antipático y con fama de ser homofóbico. El escenario no podría ser peor.
Sin embargo, con cada tutoría, descubre que Edward es todo lo contrario: es amable, divertido y está secretamente enamorado de otro chico de la escuela.
Andy, al descubrir que Edward no es lo que todos piensan, decide ayudarlo con consejos de conquista a cambio de las tutorías, no obstante, a medida que pasa el tiempo, la relación entre ambos se fortalece. Mientras Edward sigue los consejos de Andy y parece que está conquistando al chico que le gusta según sus propias palabras, Andy comienza a cuestionar sus propios sentimientos.
¿Podrán conseguir la conquista perfecta o descubrirán que el amor verdadero está más cerca de lo que imaginaban?