Emi ha sido vendida por un mal hombre que está viviendo con su madre; su madre se encuentra muy enferma y no es capaz de ayudarla, por lo que para poder pagar su tratamiento a tenido que trabajar desde pequeña; sin embargo, nunca supo las intensiones que tenía ese hombre cuando entró en su vida.
Ahora es el juguete de un chico rico, caprichoso, cuya familia cree que solo los ricos pueden ser considerados personas; sin embargo y a pesar de su "lema" a todas las personas que compran las vuelven cultas, personas que pueden desarrollarse adecuadamente en la sociedad. Solo debe de soportar a los hijos de la familia; siendo el juguete de uno y convirtiéndose en la mascota del otro.
Para Max, el dueño de Emi significa algo más que un juguete, es su soporte, es aquella "cosa" que le ayudará a convertirse en una persona que sepa cómo comportarse como los demás, ya que no son carga, sino compañeros que quizás un día te ayudarán.
ADVERTENCIA: Alto contenido sexual, también muestra tema como trata de blancas y toques de pederastia. Leer con precaución. En ningún momento se instiga a seguir como ejemplo ninguna de estas acciones.
Apenas sé nada de él.
Sé que toca la guitarra.
Sé que está en una de las bandas más famosas de la ciudad.
Sé que no sonríe mucho.
Sé que lo llaman Jed.
Y sé que nunca me he sentido como me siento cuando clava sus ojos en mí.
Así que, apenas sé nada de él... pero sí se algo de mí misma.
Sé que hasta hace poco odiaba los tatuajes.
Sé que hasta hace poco odiaba las bandas.
Sé que tengo que intentar evitarlo.
Sé que no quiero caer.
Y también sé que lo haré.
Pero, definitivamente, sé que estoy perdida desde el momento en que me preguntó cómo me llamaba.