Mi vida es un problema constante. Y no lo digo porque yo sea la que se mete en problemas en algunas ocasiones, no, nunca fue eso. Padres separados, que lo único que hacen es pelear por teléfono cada vez que se les presenta oportunidad, hija única, para nada malcriada. Nunca tuve todos los gustos y no miento cuando digo esto. La única persona que pudo haberme malcriado una vez fue mi abuelo y, al año de que mis padres se separaron, decidió...repentinamente mudarse a Londres. Hay cosas que aún no logro comprender de mi familia, lo que para algunos es raro porque se supone que es tu familia y deberías saberlo todo sobre ella. No es mi caso, no entiendo el trabajo de mi padre, simplemente se va días, semanas o meses y lo único que sé es a dónde va y, no, no sé cuál es su trabajo. Raro, ¿no?. De mi mamá no hay mucho que decir, solo que tiene problemas con el alcohol. Aunque, eso para mi es lo de menos, la familia de papá es lo que más me preocupa...hay algo raro ahí y, necesito saber qué es. Probablemente lo único que me mantiene en este horrible pueblo son mis mejores amigos, aunque puede que no por mucho tiempo.
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