678, un macho rescatado en estado critico de las instalaciones de Barstlow despierta en una habitación del centro médico de La Reserva. No confía en nadie. No cree que aquellos médicos sean diferentes a los que lo torturaron durante toda su vida. Escapa, volviéndose así un objetivo para los suyos por considerarle salvaje luego de atacar a parte del equipo medico. Guiado por sus instintos, logra salir de la reserva e internarse en el bosque. Sus genes de primate le ayudan a escabullirse de su gente y es casi dado por muerto debido a su estado, hasta que una madrugada su tranquilidad es interrumpida por la torpe carrera de un humano. Enfurecido va en su caza. Dolorida, cansada, hambrienta y lastimada: Eider no puede creer que su suerte pueda ser peor; su opinión cambia cuando un gigantesco, semi desnudó y enfurecido hombre se enfrenta a ella justo antes de quedar en la inconsciencia en el suelo húmedo del bosque.