Liam está anclado a un pasado qué no lo deja dormir, no porque haya sido el tipo malo que se arrepiente de las malas acciones que hizo alguna vez, sino porque lo atormenta un fantasma, el fantasma de un amor que terminó trágicamente, un fantasma real, tan tenaz como la realidad de un recuerdo feliz hecho añicos por una tragedia inesperada, el fantasma hecho un recuerdo.
Su vida no ha vuelto a ser la misma desde que sucedió aquella tragedia que le quitó lo más preciado para él, y desde que perdió las inmensas ganas que tenía de vivir, las esperanzas de llevar una vida diferente, por lo qué cambio por completo. Ya no es él chico alegre que era antes, aunque sonríe, no lo hace de la misma manera, es como si le faltara algo, como si algo en sus adentros estuviera apagado o... muerto.
Aunque el piensa que sus sentimientos murieron junto a Natalie, llegará alguien que marque su vida, revolviendo todo aún más, formando caos, más llanto, y luego... paz.
Alexa, huye de un pasado no tan lejano, pues el engaño de personas a quien amaba lograron causar un inmenso estrago en su vida, haciendo que perdiera la tranquilidad y que su felicidad se torne oscura.
Sin embargo, ambos se darán cuenta de que aunque la vida suele ser miserable y nos tira incontables veces al suelo llega el momento en el que nos sonríe, haciendo de lo amargo dulce, y mostrando que no todo es tan malo como parece. Los lazos del amor harán que sientan cuan equivocados estaban. Sus vidas volverán a girar ciento ochenta grados, pero esta vez todo será diferente.
¿Podrán resistir a lo feroz e inmensurable de este amor?
Ya lo veremos...
Danielle Evans. Una chica demasiado madura como para considerarse una niña pero demasiado inestable como para ser un adulto. A lo largo de su corta vida ha tenido que soportar tempestades desastrosas, muertes, gritos y dolor.
Todo ello la llevó a convertirse en lo que fue. Y en lo que siempre será. Con los errores de su pasado, muchos la repudian y la apartan. Porque todo se torció desde que aquello sucedió. Jamás se lo perdonarían. Ella se encontraba sola en su calvario personal desde aquel entonces, aislada y traicionada por todos lo que amaba.
Siempre se preguntó si eso del amor era cierto. Todos decían que amarla mejor medicina, esa sensación gatificante. A ella le parecía una estupidez, un modo más de sufrir.
O al menos lo hacía hasta que aquella notificación sonó en su móvil. Una segunda oportunidad. Habían aceptado su solicitud. Sin que lo esperase, él se coló en su corazón tomándola por sorpresa, dándole una razón para salir adelante. O algo nuevo con lo que ser destruida.
Dicen que el amor entre alguien roto y alguien sano es el mejor. Que el mejor romance es entre una persona buena y una mala, porque puede curarlo con su luz.
¿Pero quién dijo que dos almas resquebrajadas no podían unirse para curarse el uno al otro?
¿Quién dijo que en vez de salir, no podían acerse compañía en la oscuridad?
El dolor de ella, el pasado de él. Ella era todo oscuridad, pero él también. Ambos se encontraron en mitad de la tempestad. Y entonces, todo aquello explotó formado la tormenta perfecta. Ella necesitaba amarse, volver a ser quien fue.
Así que, la verdadera pregunta en esta historia es:
¿Quién quiere calma después de la tormenta cuando puedes crear un huracán debastador? ¿Cuando puedes vengar y resurgir de tus escombros para un último duelo?
Esa siempre fue la eterna pregunta. La pregunta de su último "exhala".
--
Borrador, faltas de ortografía, no permito copias ni adaptacione. Deja tus votos y comen