Ideas azotan mi cabeza con frecuencia, una tras otra sin descanso alguno, la curiosidad invadiendo cada fibra de mi delicado ser y las preguntas aflorando en mis labios y abriéndose paso como marea alta en verano. ¿Soy la única persona que no puede dormir por este mal? ¿Estaré yo condenada vivir en la oscuridad que produce la ignorancia? ¿Mi cabeza es la única siempre vive imaginando otros mundos, escenas y vidas? ¿Realmente soy la única que se pregunta, qué sucedería si... ?All Rights Reserved