Cuando muere el dragón, también lo hace el Imperio.
En los días finales de la tercera era, la Crisis de Oblivion amenaza todo Tamriel bajo la tiranía de Mehrunes Dagon, el príncipe daédrico de la destrucción y el cambio. La dinastía de los Septim parece haberse extinguido tras el asesinato del emperador y sus herederos, los únicos capaces de portar el Amuleto de Reyes, el artefacto que mantiene las barreras entre los mundos de Nirn y Oblivion: sin embargo, el legado de Tiber Septim todavía posee una última y esperanzadora oportunidad para librar el continente del caos.
Alaia, una joven imperial que persigue incansablemente su sueño de convertirse en la mejor guerrera de Tamriel, se verá envuelta en los peligros que le deparará el destino y la guerra que se desatará entre ambos mundos, constantemente guiada por el poderoso sentimiento que empezará a aflorar en sus entrañas y por el que estará dispuesta a cometer las más inimaginables locuras que jamás se hayan contado.
¿Conseguirá el último Sangre de Dragón del linaje, con la ayuda de sus aliados, derrotar la amenaza que supone el vientre del vacío? ¿Se librará el planeta Nirn de los Daedra, extendiendo la gloria del Imperio? ¿Será Alaia capaz de alcanzar sus más ambiciosos deseos?
«Encuéntralo... y cierra las fauces de Oblivion».
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero