Sabía que no debía enamorarme de el, y lo estaba logrando. Hasta que la confusión nos envolvió y no supimos que hacer. A veces es bueno seguir tu corazón, pero engaña. También es bueno escuchar tu razón, pero confunde. Porque tal vez te guste sentir como tú corazón se acelera cuando El está cerca, pero no te gustará el sonido que hará cuando se rompa.