«Bienvenida a la calle del silencio» fue la primera advertencia que le llegó a Summer desde que se mudó al nuevo vecindario. Summer Foster no quiso escuchar las advertencias, no quiso oír porqué la calle Postner era de los peores lugares en los que pudo haber vivido. Y es por eso que ahí estaba, justo en la boca del lobo sin siquiera saberlo.