En el rincón de mis recuerdos hay un piano marrón en la esquina de la habitación. Siempre estuviste ahí para mí. Sin importar dónde estuviese. Pero nunca pensé que podría ser la última vez. "Por favor, no te vayas." "Por favor, no te preocupes por mí, incluso cuando me vaya." "Las cosas te irán bien." "Recuerdo cuando te conocí por primera vez." "Has crecido mucho." "Aunque éste sea el final de nuestra relación, por favor, no sientas pena por mí." "Porque nos volveremos a encontrar en cualquier aspecto y forma." "Así que, por favor, recíbeme cálidamente cuando nos volvamos a encontrar." Incluso después de haber pasado tantos años me aceptaste sin ningún problema. Sin ti no hay nada. No deberías soltar mi mano nunca más porque no volveré a dejarte marchar.