Jack, rey de los licántropos, ha buscado tanto tiempo a su mate, que a lo largo del tiempo le dejó de importar qué tipo de especie fuese o el género que tuviera. Desde luego nunca espero que resultara ser un ángel, y claro está que mucho menos espero a la única hija de Dios creada con un pedazo de divinidad de cada Arcángel. -¡¡Espera entonces, ¿DIOS ES Mi SUEGRO?!!! N/A: La historia se está reescribiendo, por lo que si la leíste antes te recomiendo que la vuelvas a leer.