Nosotros siempre hemos existido. Noé era uno de nostros, aunque la humanidad tuvo años para hacer algo, decidieron no ayudar construyendo el arca provocando su propia muerte. La Biblia atribuyó a Dios, pero Dios está lejos de saber lo que este don hace. Supimos cuando Pompeya iba a desaparecer entre ceniza y piedra. Solo que nadie lo anunció. Supimos que un dirigible lleno de helio terminaría con muerte. Dijeron que era seguro. Supimos que cada uno de los terremotos terminaría con ciudades completas, y solo nos han llamado locos. Inundaciones, incendios, siempre hemos estado ahí. Un nuevo desastre llegará. Y ya es muy tarde para detenerlo.