Un Amor Distinto

Subestimar siempre ah sido malo, pero nunca me explicaron si subestimar tu propio destino estaba mal. La medida exacta de precisión en cuanto a la vida no es fina, incluso hay que tener en cuenta que la posibilidades de que lo sepas son nulas. Pero algo que el destino se paso por alto es que el ser humano es impredecible y extremadamente curioso.

Jugué, y me di cuenta que no puedes apostar algo que no tienes. El engaño es un juego de estrategia, en donde el más fuerte es el vencedor. Y cuando hay dos gigantes la tierra tiembla, el juego se pone en su mejor fase.

El público se altera, comienzan las apuestas para el buen ganador y el tiempo libre termina. Es ahí cuando tú dinero pasa a ser de otros. Y el gigante que pensaste que era el ganador definitivo, es una simple gota aparentando ser un mar.