-No escape para escuchar tus sermones Merlín- le reclamó, tampoco era como si su querido amigo supiera sobre el suceso, el rubio observo como su compañero torcia la boca con disgusto- ¿Qué? -Dijiste que no lo harías más- se quejó el pelinegro. -Digo muchas cosas- le respondió Arthur sonriendo.