Hannibal ha visto el mismo techo de madera pintada desde hace algunos meses; con el cerebro más sobrehumanamente poderoso que ha existido y sin poder mover un solo musculo de su cuerpo voluntariamente, el hombre vegetante es raptado por un famoso inadaptado de la ciudad, apodado popularmente como Mohan y conocido por robar cuerpos de morgues o desahuciados postrados de hospitales, para luego de exactamente dos días desechar sus cadáveres completos, únicamente con la cavidad cerebral completamente vacía, perfectamente diseccionada, con un corte casi artesanal; y siempre con la costumbre de abandonarlos en sus hogares de nacimiento, vestidos con las mejores ropas y con el proceso de embalsamamiento estrictamente realizado. Pero en esta ocasión más de una semana ha pasado, y el cadáver de Hannibal aún no ha aparecido, los rumores que se riegan sobre las bocas de los ciudadanos suenan estrambóticos, aterradores ¿Que le espera a este desdichado hombre en las manos de el temido Mohan?