Katerina y Nataniel, 2 ángeles de la más alta casta en los infinitos cielos donde habitaban sus semejantes, 2 ángeles destinados a estar juntos hasta el fin de los tiempos y aun cuando estaban ambos tan enamorados el uno del otro….eran tan opuestos como el día y la noche.
Nataniel, que era un ángel comprensivo y sereno al que todos los demás ángeles querían y admiraban por su misericordia y su inigualable presencia; y Katerina, apodada así por una diosa griega referida al infierno, ya que su personalidad amante de lo caótico y catastrófico daban a cuestionar su lugar ahí e indicaban a que ella debía pertenecer a los contrarios.
De una manera u otra ambos cometieron un error, el error que les costaría su lugar en el paraíso y aun siendo inmortales en la tierra estaban condenados a ver morir todo lo que una vez quisieron, pero, bien se sabe que toda maldición tiene una laguna…solo había que encontrarla aunque eso cueste todo por lo que han luchado e incluso su amor en el que tanto creyeron.
“En el amor y desamor, en el odio que sentimos hacia ellos y en todo lo que hemos pasado… ¿aun puedes amar a alguien como ellos? ¿Aun puedes elegir a un demonio sobre mí?”