Llevándose una mano a la frente, se dio cuenta de la estupidez que acababa de hacer. Curiosa, desbloqueó nuevamente el teléfono con la intención de saber a quién diablos había llamado. Pero apenas vio aquel nombre, sintió su respiración atorarse. Había llamado a Logan, al maldito chico que en su niñez le había descuartizado la muñeca que sus padres le habían regalado por su cumpleaños. [queda prohibida la copia/adaptación]Wszelkie Prawa Zastrzeżone
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