Es increíble pensar que todo lo que nos rodea es tan efímero como una rosa cuando florece y se marchita, tan pasajero como nosotros mismos. No hace mucho estuve jugando con Buster, el perro de la familia, un pastor alemán imponente de 12 años y muy sabio. Lamento no haberlo conocido más tiempo... No haber compartido más antes de que su tiempo llegara a su fin. Soy Catta y esta es la historia de un boleto de ida sin vuelta atrás.