Mi nombre es Amanda. Literalmente significa "amada", pero otros lo traducen como "digna de amar". Sea cual sea la traducción de mi nombre, la verdad es que nunca me he sentido de ninguna de esas formas.
Por esa razón, me dedico a evitar que quienes si se sienten amados terminen heridos.
¿El amor? Eso solo es un trabajo. Un sentimiento creado por los Cupidos, chicos comunes y corrientes que buscan el amor porque de eso depende ganar su sueldo a fin de mes. Ellos te flechan si ven que tienes una fuerte conexión romántica con alguien.
Yo rompo esas conexiones. Soy una Anti. Somos quienes evitan que su corazón se rompa irremediablemente o que entres en una relación toxica. En otras palabras, nosotros arreglamos los errores de juicio de los Cupidos.
Tengo mis razones para ser una Anti. Específicamente, cuatro razones.
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.