Vivimos en una sociedad capitalista. En vez de pensar con la cabeza, pensamos con los ojos. Cada cosa está hecha para que alguien la consuma, ya sea de una manera u otra.
Racismo, homofobia, xenofobia, fanatismo, odio, desprecio, rencor, feminazis, corrupción... Somos la base de eso, aunque nos cueste aceptarlo. Porque señores y señoras, eso no apareció de la nada, hubo alguien y sigue habiendo alguien que lo apoya y quien le da de beber cada vez que tiene sed.
Nuestra comunidad se rige de unas formas, las cuales si usted no las cumple, será expulsado, apartado o despreciado. Siempre diré que el ser humano está lleno de odio y rabia, y aún hay gente que, por desgracia, no lo sabe.
Puede que con el tiempo consigamos algo mejor, puede que aparezca alguien que rompa los esquemas, que rompa con lo establecido. Y puede que sigamos así durante el resto de nuestras vidas, de nuestra generación.
Este libro se trata de eso, de una futura utopía, gracias a una revolución.
All rights deserved.