El primer amor nunca se olvida, cuando amamos verdaderamente por primera vez experimentamos un sinfín de emociones y sentimientos que quizá criamos que no existían, daríamos y arriesgaríamos todo por ese amor, porque es el más sincero de la vida
El primer amor no es precisamente nuestro primer enamoramiento, ni nuestro primer noviazgo, sino aquel que surge de una forma inesperada, que te ilumina toda el alma, que saca lo mejor de ti, es el amor en donde puedes ser tú mismo, aviva todos tus sentidos, es simplemente un amor indescriptible, en ocasiones llega cuando ya hemos tenido algunos idilios y creíamos saber lo que significa amar, otras veces ocurre en nuestra primera relación y absolutamente todo sobre el amor es tan nuevo para nosotros, puede suceder también que por azares del destino nos veamos obligados a dejar nuestro primer amor, a ponerle un punto pero no el final, porque el primer amor nos persigue toda la vida, y aunque queramos volver a sentir las mismas emociones otra vez, no podríamos porque el primer amor es único e incomparable.
La persona a quien nos entregamos puede aparecer de la nada y poco a poco convertirse en nuestro todo, o puede que siempre haya estado ahí y ni siquiera nos dimos cuenta porque estábamos ocupados intentando amar a alguien más.
El primer amor puede darse en las más extrañas o comunes circunstancias, y obviamente los amantes no son perfectos pero si serán un complemento del otro, y en ellos encontraran las fuerzas y el apoyo que necesitan en los momentos difíciles
Todo esto del primer amor suena maravilloso pero qué sucede cuando nuestro primer amor, la persona por quien daríamos nuestra vida entera sin dudarlo, por la que sentimos estas únicas emociones, ha experimentado ya un amor tan grande anteriormente por alguien más
¿Será posible que podamos amar con la misma fuerza a dos personas distintas pero igual de importantes?