"Debes cumplir a los Alfas", "Los Omegas no hacen eso", "No es permitido", "Deberías emparejarte rápido" "Aquí no se te permite", "¿Debería marcarte?". Para Park Jimin, quien había crecido en las viejas costumbres, no presentaba ningún problema el escuchar y cumplir esas palabras, su mente estaba cargada de ingenuidad ante la educación que se le impartió y las veces que se le corrigió.