Florencia Marino, desde que tiene uso de razón, siempre soñó con el príncipe azul, el hombre perfecto que se enamorara de ella ni bien la viera, y no siendo eso suficiente, que también le propusiera matrimonio . Sin embargo, a sus 27 años nada de lo que planeó para su vida se estaba cumpliendo.
Soltera, sin hijos, y con un historial de frustraciones amorosas. Se dedica a ver los sueños realizados de otras, mientras les organiza sus bodas, y en cada "sí quiero", se imagina más cerca de su final feliz.
Pero... ¿Será eso lo que sueña? ¿O se esconderá detrás de un sueño imposible ?
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.