Solo ella... Solo él
Una historia de amor, llena de metáforas, dos almas que se encontraron en un lugar oscuro.
Dos almas que sufrían, una más que otra, pero que al estar cerca tenían la posibilidad de conocer más, al grado de transformar la realidad, sin saberlo las manos de los dioses los ponían en ese lugar y algo debían hacer.
El amor quizá es eso... Un boquete en la realidad que permite salir de ella para transformarla.
El amor es un ángel con una sola ala, que genera deseo, pero no sabe como volar, de ahí que los amantes tengan que tomarse de las manos para poder elevarse en un aleteo sincronizado.
Dos personajes, Aldo y Emily. Aunque podrían llamarse como sea, porque cualquiera se encuentra con el amor en lo más oscuro, cuando todo parece ir mal y aparece para encender solo una pequeña llama.
La historia se puede acoplar a cualquier lugar, lo que se vive en ese parque de nuestros protagonistas, es lo que se vive en cualquier escuela, oficina o ciudad.
El amor se ve en medio de una guerra contra el miedo, la melancolía, los prejuicios, el cansancio, la desesperación y el dolor, pero que tiene la posibilidad de nutrirse de todo eso para existir, aunque hay que tener cuidado porque en su paso puede morir...¿morir? el amor ¿muere o solo se mueve? habrá que descubrirlo.
Con mucho cariño para aquella mujer que tanto ha removido en mi corazón y que quiero demasiado, que cambio mi vida y le dio otro sentido que nunca había percibido. A. C.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.