Cuando su abuelo dejó estipulado como su última voluntad, que su nieto Yeray Saskia debía contraer matrimonio con la humilde y tímida Maira Naser, la que fue su cuidadora. Yeray sintió que todo lo que había construido y su vida de libertinaje se acabaría al casarse con una interesada. Para Yeray, Maira es una mujer que se aprovechó de la bondad de un anciano para ganar sin esfuerzo alguno mucho dinero. A pesar de haber guardado para sí misma, ocultando sus verdaderos sentimientos hacia Yeray. Maira siente una inmensa alegría de que por fin su sueño de verse casada con el atractivo Yeray Saskia se ha cumplido y más creyéndose que por fin algo bueno le ha tocado en su amarga y solitaria vida. Ella sólo busca un minuto de amor en los brazos de su marido, algo que él le deja claro que no obtendrá. Obediencia, resignación, esperanza y lágrimas serán las encargadas de llevar a Maira a que conozca a Darío, un artista que ve en ella más allá de una chica resignada a vivir en las sombras. Será ese deseo de poder sentir el cariño de un hombre lo que llevará a a Maira a iniciar una aventura donde descrubirá que para el amor no sólo existe un minuto sino muchos.