La muerte puede ser muy injusta. Demasiado. Tanto para aquellos que han muerto, como para los que se quedan, puede ser horrible. Porque nadie la espera, nadie está preparado. Regina trata de vivir con la culpa que la está matando, la culpa que siente al saber que mato a su hermano. O eso cree ella, después del accidente de auto donde su pequeño hermano falleció, y ella conducía. En verdad quiere logarlo, pero los recuerdos regresan causando gran dolor. Hasta que apareció Adrián. Ambos demasiado soberbios, demasiado orgullosos como para caerse bien. Pero todos tienen un pasado, y el suyo está conectado. ¿El problema? Ellos no lo saben. El destino también puede ser muy injusto. Regina se cuestionaba todo el tiempo respecto a su suerte desde la llegada de éste chico a su vida. Porque, ¿Acaso había esperanza para alguien como ella? ¿Era eso lo que en realidad ella merecía? Portada hecha por: @KimJ_Darces.