De las pasarelas parisinas, italianas, españolas y estadounidenses; a tener una vida clandestina, agobiada, y prófuga de la justicia canadiense y de quién sabe más.
Un desfile donde había llegado de improviso se convirtió en tiroteos por parte de la justicia de Canadá y los N'dretistas.
Para él todo se volvió oscuro. Lo habían dormido.
Y hubiera decidido que ese sueño hubiera sido eterno si tenía que oír esa palabra al despertar.
"Bienvenido a N'dragheta"
Una vez dentro no hay vuelta atrás, si entras no sales, a menos que sea con los pies por delante.