
En algún momento, claramente solo hace falta ese alguien que te haga pensar que cada día hay una posibilidad de un algo; en los ojos de ella, se veía la tristeza, mientras los de él brillaban con alegría; en su silencio se encontraban sabios pensamientos, mientras que entre las palabras de él había inocencia. Eran polos opuestos, sí, pero aquello no impedía que, de alguna forma, se complementaran. Créditos por la portada a: @mjstoneeAll Rights Reserved