La vida de Miranda da un giro de 180ºC. De tener que decidir entre su educación o trabajar para conseguir comida, a tener de todo y vivir en el barrio más pijo de Nueva York, hay una gran diferencia. Por ello, necesita adaptarse y para hacer eso, lo necesita a él. Will es un chico, obviamente rico y muy apuesto. Es el chico cliché ¿o no? A medida que vayan conociéndose, se dará cuenta de que tienen más en común de lo que les gustaría. Algo que ninguno de los dos sabe es que del odio al amor hay una muy fina línea que aveces desvanece... Y el amor no siempre es algo bueno.